En la primera de tres mesas (Mirando al futuro), Griselda Triana, viuda de Javier Valdez, corresponsal de La Jornada asesinado el 15 de mayo en Culiacán, dio testimonio de la soledad y vulnerabilidad en las que trabajan los reporteros fuera de la Ciudad de México.
Por lo mismo, y con base en su dolorosa experiencia, Triana afirmó: "El panorama para mí es desolador, desesperanzador”.
En la mesa, moderada por Blanche Petrich, también participó la reportera de El Heraldo de León, Karla Janeth, golpeada y amenazada de muerte por órdenes del alcalde de Silao.
Al respecto, dijo que defender a los periodistas es defender dos derechos: el de la libertad de expresión y el de la sociedad a estar bien informada.
En esta mesa también participaron los periodistas Paula Mónaco, Paul Antoine de ( La Jornada Maya), Aurelio Fernández (director de La Jornada de Oriente), Daniel Lizárraga, de Mexicanos contra la corrupción, y el fotoperiodista Heriberto Paredes.
La segunda mesa Miradas cruzadas. Otras guerras, se dedicó a comparar lo que es la cobertura de una guerra en la que los adversarios y la línea del frente son perfectamente identificables, y lo que es trabajar en un ambiente de violencia generalizada donde los contrincantes no tienen rostro.
En Siria o en Libia –señaló Temoris Greco, con amplia experiencia como corresponsal de guerra– "sabes dónde está el frente, aquí se vive en la boca del lobo.
Blanche Petrich, de La Jornada, evocó su cobertura de los conflictos armados en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, en contraste con lo que es reportar la violencia desatada por la llamada guerra contra el narco. Asimismo puntualizó que además de documentar los conflictos en sí, el periodista ahora tiene el reto de conocer y aprovechar las nuevas herramientas tecnológicas a su alcance.
A su vez, Sergio Ocampo, corresponsal de La Jornada en Guerrero, dio testimonio de lo que es hacer periodismo en la entidad más violenta del país, un "narcoestado": "Nuestro trabajo lo hacemos solos". Compartió su experiencia en la noche que desaparecieron en Iguala los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En la mesa moderada por María Cortina tambien intervino el fotógrafo Antonio Turok, quién no buscado la noticia sino que la noticia lo ha buscado a él: vivía en Nueva York en 2001, cuando ocurrió el atentado contra las Torres Gemelas; vivía en Chiapas cuando se levantó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y estaba en Oaxaca durante uno de los momentos de más efervescencia del movimiento magisterial disidente, agrupado en la CNTE.
En la tercera mesa del día, denominada Así nos ven, participaron Óscar Martínez del prestigiado portal salvadoreño El Faro; el renombrado exponente del periodismo narrativo, Alberto Salcedo; Jacobo García, de El País en México y Prometeo Lucero, de Pie de Página.
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