miércoles, 12 de septiembre de 2018

"Canelo" está impaciente por noquear a "Triple G"



Las Vegas. La llegada del mexicano Saúl Canelo Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin al lobby del MGM Grand de Las Vegas sirvió como demostración de músculo, previo al combate que sostendrán el sábado en la Arena T-Mobile. Una pelea programada para mayo y postergada por el positivo que arrojó el pelirrojo en un control antidopaje y que le acarreó una suspensión por la Comisión de Nevada. Tras cumplir el castigo, la función se recorrió para esta fecha simbólica y ade-cuada en términos mercantiles: el 15 de septiembre.
Llegar a este momento significó un largo recorrido de negociaciones e intercambios de declaraciones que fueron subiendo de tono hasta convertirse en un duelo de insultos. No sólo entre entrenadores, José Chepo Reynoso con Canelo y Abel Sánchez con Golovkin. Los propios combatientes adelantaron su pleito con eventuales bravuconadas.
Ese ambiente generó grandes expectativas y la llegada oficial ayer en Las Vegas fue un adelanto de lo que se verá la noche del sábado. Canelo demostró que en esta pelea llega como local y los aficionados que acudieron, la mayoría mexicanos o descendientes, entonaron México lindo y querido y gritaron el apodo de Saúl para demostrarle al pelirrojo que lo extrañaban.

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