Reclaman justicia en Chile tras 45 años del golpe militar
Santiago. Las heridas que dejó el golpe militar en Chile,
del que este martes se cumplen 45 años, siguen sin cicatrizar. Las Fuerzas
Armadas se resisten a abrir sus archivos y el poder económico y político de los
defensores de la dictadura siguen presentes mientras las víctimas reclaman
justicia.
El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas -Armada,
Fuerza Aérea, Ejército y Carabineros (policía)- perpetraron el golpe militar
que acabó en el suicidio del presidente socialista Salvador Allende en el
bombardeado palacio de La Moneda, poniendo fin al gobierno de la Unidad
Popular, la primera coalición marxista que fue elegida en las urnas en América
Latina.
La polarización de la sociedad, la dura crisis económica y
la injerencia de Estados Unidos en un contexto de Guerra Fría abonaron el
terreno para el éxito del golpe militar que dio paso a 17 años de cruenta
dictadura del general Augusto Pinochet, con más de 3.200 muertos y unos 38 mil
torturados, entre ellos, la expresidenta Michelle Bachelet, actual alta
comisionada de Derechos Humanos de la ONU.
La decisión de tres jueces de la Corte Suprema de conceder
la libertad a siete violadores de los derechos humanos en la dictadura de
Pinochet (1973-1990) el pasado julio ha puesto en pie de guerra a familiares de
las víctimas y a políticos de izquierda, que han presentado una acusación
constitucional por "notable abandono de deberes", al considerar que
los magistrados incumplieron las normas establecidas por la comunidad
internacional para los delitos de lesa humanidad.
La Cámara de Diputados se pronunciará este viernes sobre la
suerte de los tres magistrados, cuya decisión ha suscitado un enfrentamiento
sin precedentes en los casi 30 años desde la recuperación de la democracia
entre el poder legislativo y el judicial.
La renuncia, en agosto, del ministro de Cultura, Mauricio
Rojas, solo dos días después de asumir el cargo por calificar de
"montaje" el Museo de la Memoria -que recuerda a las víctimas de la
dictadura- sigue polarizando a una derecha condescendiente cuando no defensora
del legado de Pinochet y de una izquierda que clama justicia para las víctimas.
Según Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares
de Ejecutados Políticos (AFEP), hay más de mil 500 causas abiertas sin que las
Fuerzas Armadas hayan dado respuesta.
Y es que en aras de pasar página a este periodo negro, Lira
considera que la Concertación, coalición de centroizquierda que asumió el poder
en 1990, "negoció la democracia con Pinochet".
El dictador, que murió en diciembre de 2006 sin ser
condenado, se mantuvo como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y después
senador vitalicio.
"Eso y el poder de la derecha, cómplice de la dictadura,
hacen que se arrastre una vergonzosa situación política hasta hoy día",
dice a la AFP.
- Disputa por la memoria -
"En Chile hay una disputa en torno a la memoria y a
cómo significar la experiencia de la historia reciente. Hay una clara intención
de un sector político de verse asociado a la palabra democracia, cuando este
sector (derecha) en su mayoría estuvo asociado a la dictadura", sostiene
en conversación con la AFP Raúl Elgueta, doctor en Ciencias Políticas de la
Universidad de Santiago.
La cárcel de Punta Peuco, donde purgan penas en condiciones
privilegiadas los condenados por las violaciones de los derechos humanos, quizá
sea el símbolo más evidente de lo difícil que es pasar página.
Pese a su promesa, la expresidenta Michelle Bachelet, cuyo
padre, el general Alberto Bachelet, murió en 1974 a causa de las torturas por
mantenerse leal al gobierno de Salvador Allende, acabó su gobierno el pasado
marzo sin cerrarla para enojo de la izquierda y de los familiares de las
víctimas.
Tampoco lo ha hecho su sucesor, el conservador Sebastián
Piñera, quien durante su primer gobierno (2010-2014) cerró otro penal de lujo
para agentes de la dictadura.
Piñera, un antipinochetista declarado, instó este martes a
los chilenos a "aprender de la historia" para no cometer "los
mismos errores" que llevaron al golpe militar tras dejar claro que
"ningún contexto va a justificar los graves atropellos a los derechos
humanos" que perpetró el régimen militar.
- Sin reconciliación -
Según una encuesta reciente, el 75% de los chilenos
considera que no ha habido reconciliación, para el 66% no "se ha hecho
justicia en materia de derechos humanos" y para el 85% "aún existen
pactos de silencio en el ejército para proteger a militares involucrados en
violaciones a los derechos humanos".
Tras 28 años de democracia, el legado de Pinochet sigue
siendo insoslayable en la vida política y económica de Chile.
En las últimas elecciones de noviembre pasado, José Antonio
Kast, un candidato que se proclamaba abiertamente pinochetista obtuvo el 10% de
los votos y la Unión Demócrata Independiente (UDI), uno de los principales
pilares de la coalición de centro derecha que apoya a Piñera, sigue defendiendo
el legado político, económico y social de la dictadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario