Al menos 222 personas han muerto y 843 han resultado heridas después de que un tsunami golpeara este sábado las costas del estrecho de Sonda, entre las islas de Java y Sumatra, en Indonesia.
Decenas de edificios han resultado dañados por la fuerza del mar, que ha golpeado las playas del sur de la isla de Sumatra y del extremo occidental de Java. Las autoridades han avisado de que el número de víctimas podría aumentar con el paso de las horas. La principal hipótesis de las autoridades es que el fuerte oleaje se originó debido a la actividad del volcán Anak Krakatoa, situado en una pequeña isla en ese estrecho.
Las autoridades han
informado de que ha comenzado el reparto de ayuda logística a las zonas más
afectadas, pero advirtieron de que la principal vía de acceso está dañada por
el tsunami. También están en marcha las tareas de búsqueda y rescate de
personas que permanecen atrapadas entre los escombros de los edificios que se
han derrumbado.
Las autoridades
investigan las causas del maremoto, que no se produjo a raíz de un seísmo. “Un
tsunami es un fenómeno raro en el estrecho de Sonda. La erupción del Anak
Krakatoa no ha sido significativa. El temblor es continuo, pero no ha habido
frecuencias tan altas. No hubo ningún terremoto en ese momento que provocara el
tsunami, y esa es la principal dificultad para determinar las causas del
incidente”, ha dicho el portavoz, Purwo Nugroho.
Todo indica, según
apuntó Purwo Nugroho, es que la erupción del Anak Krakatoa (hijo del
volcán Krakatoa que explotó en 1883 con consecuencias desastrosas y que forma
una pequeña isla en el estrecho de la Sonda) haya provocado un deslizamiento de
tierra submarino que, junto a las marejadas debido a la luna llena, aumentara
la fuerza de este repentino tsunami. Las autoridades han detectado una
creciente actividad de este volcán durante los últimos meses, con una erupción
aproximadamente media hora antes de que el tsunami llegara a la costa.
La Agencia de Gestión
de Desastres ha pedido a la población que abandone las zonas de la costa a lo
largo del estrecho ante la continua actividad del volcán y el peligro de nuevos
maremotos. La alerta se mantendrá activa de momento hasta el 25 de diciembre.
"En el caso de terremotos, la probabilidad de un segundo tsunami es muy
pequeña. Pero como este ha sido causado por una erupción, el escenario es
diferente", comentó Rahmat Riyono, director de la Agencia Meteorológica,
Climatológica y Geofísica de Indonesia, en otra comparecencia ante los medios,
según recoge Efe.
Indonesia (el cuarto país
más poblado del mundo con más de 260 millones de habitantes) es una de las
zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra al encontrarse en el
llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se
produce gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta. El 28 de
septiembre, un terremoto de magnitud
7,5 en la zona central de la isla de Célebes provocó un tsunami que dejó 2.102
muertos y más de 200.000 desplazados, la mayoría en la ciudad
de Palu y sus alrededores. Otros centenares de personas siguen desaparecidas
meses después del desastre, muchas de ellas
engullidas por la tierra tras el potente seísmo.
El 26 de diciembre 2004, un tsunami desencadenado
por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra causó la
muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas
en Indonesia. Fue la mayor catástrofe de
este tipo en la historia moderna.En 1883, la explosión del
Krakatoa se convirtió en una de las peores erupcionesvolcánicas que
se conocen. Desató olas gigantescas que provocaron la muerte de unas 36.000
personas. Sus cenizas, expulsadas durante semanas, llegaron incluso al
continente americano. La configuración de esas islas quedó modificada tras esa
erupción y el Krakatoa desapareció bajo el mar. Sin embargo, alrededor del año
1930 apareció una nueva isla en aproximadamente la misma localización, también
con un volcán que sigue creciendo cada año. En indonesio se bautizó como Anak
Krakatau, literalmente Hijo del Krakatoa.