México, entre las 12 naciones megadiversas del mundo; cuarta
por diversidad de especiesFoto Banco de Imagen, Cuba
La deforestación, sobrexplotación y contaminación de los
ecosistemas, la introducción de especies invasoras y el cambio climático han
acelerado la pérdida de la biodiversidad biológica en nuestro país, el cual se
ubica entre las 12 naciones megadiversas del mundo, al ocupar la cuarta
posición por la diversidad de especies que habitan en nuestro territorio.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (Conabio) advierte, en su obra Capital Natural de México, en la
que reúne un diagnóstico de la riqueza natural del país, que para 2011 la
cobertura de vegetación natural en estado primario de ecosistemas naturales se
había reducido a 50 por ciento de su superficie original.
Lo mismo ocurrió con la cobertura de bosques y selvas, que
para ese año era de apenas 32 por ciento de su extensión original, mientras que
una proporción importante de vegetación se reportaba como fragmentada y en
diferente estado de perturbación.
Por lo que respecta a los humedales y ambientes
semiacuáticos, destaca que han sufrido impactos negativos serios. En Sonora y
la Comarca Lagunera, al menos, 92 manantiales y 2 mil 500 kilómetros de ríos se
han secado.
La Conabio advierte que, en las próximas décadas, los
efectos perniciosos del cambio climático se agudizarán sobre todo en los
ecosistemas montañosos y en las latitudes norteñas, y si bien reconoce que
también existen tendencias de recuperación, no sólo son difícilmente
cuantificables, sino que se han generado en zonas donde hay una evidente
despoblación por la emigración del campo, así como debido a sistemas
agroforestales y a la creación de las denominadas Unidades de Manejo para
Conservación de la Vida Silvestre.
Como consecuencia de que los costos ambientales del
desarrollo son considerados incalculables, el organismo señala que la
conservación y el manejo sustentable de los recursos naturales serán siempre
mucho más bajos que los de la recuperación o restauración de los sistemas.
Presiones de zonas urbanas
Sin embargo, no sólo la presión que ejercemos directamente
sobre los ecosistemas está generando una grave afectación; el rápido
crecimiento de las zonas urbanas y su costo ambiental están generando un
impacto crítico sin precedente en el ambiente global.
La obra, que actualiza un estudio sobre la riqueza de la
biodiversidad del país, realizado hace una década, advierte que, pese a que las
zonas urbanas sólo ocupan 2 por ciento de la superficie del planeta, su
crecimiento tiene consecuencias ambientales profundas, tanto en el sitio donde
se desarrollan como en otros lugares. Las ciudades, enfatiza, generan una
profunda huella ecológica.
La creciente concentración de personas genera una fuerte
presión sobre los bienes y servicios que brindan los ecosistemas de los que
dependen y, además, el constante cambio de uso de suelo compromete muchos
servicios ambientales e, incluso, la biodiversidad, por lo cual preservar el
suelo de conservación es uno de los principales desafíos.
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