viernes, 26 de mayo de 2017

Desforestación en la península de Yucatán, conduce a crisis acuífera.







Desforestación en la península de Yucatán, conduce a crisis acuífera.


*Los daños ambientales incluyen afectación de los recursos hídricos de la región y amenazas a especies protegidas como el jaguar, cocodrilos y venados.
Chetumal, Quintana Roo, 26 de mayo.- El cambio climático implacable en la península de Yucatán producto de la gran desforestación que está concluyendo con un proceso de desertificación que abraza los Estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, de los cuales ha desaparecido en los últimos 15 años un promedio del 55 por ciento de las selvas y por ende el adelgazamiento de los mantos acuíferos.

Los daños ambientales incluyen afectación de los recursos hídricos de la región y amenazas a especies protegidas como el jaguar, cocodrilos y venados.


Según estudios en los últimos años han sido deforestadas en la Península de Yucatán alrededor de 80.000 hectáreas anuales. Asimismo, desde hace más de 10 años, las áreas forestales se han visto afectadas por una grave situación de deforestación. Entre los años 2000 y 2008, se perdieron casi 22,300 hectáreas. Para el 2013, desaparecieron más de 38 mil hectáreas de cobertura forestal en el estado de Campeche (la mayor pérdida en el país).

La deforestación, que en sí misma ya representa un impacto ambiental de proporciones mayúsculas, se ve acompañada de otras prácticas ligadas a la agroindustria, como la utilización de un gran número de agroquímicos, y la apertura de pozos (tanto de extracción de agua, como de absorción)  a pesar de que toda la península de Yucatán es una zona vedada para esta práctica por el riesgo que existe de contaminación de las aguas subterráneas por su tipo de suelo.   

En relación con lo anterior, hay una grave afectación a los recursos hídricos de la región. La apertura de áreas agrícolas implica no sólo la destrucción de la selva, sino que también se realizan prácticas de nivelación del terreno que incluyen rellenar cuerpos de agua (conocidos como aguadas) y drenar zonas inundables a partir de la perforación de pozos de absorción. Esto afecta enormemente el flujo de agua superficial en el territorio y afecta la disponibilidad de agua para la fauna silvestre.




La desaparición de selva y sus recursos hídricos en la región también pone en riesgo la vida silvestre de especies protegidas como el jaguar, el cocodrilo y el venado. Se está perdiendo la gran diversidad biológica en la selva más importante del país. La deforestación y la afectación de los recursos naturales de la región impacta además, social, cultural y económicamente a los habitantes mayas de la región.

En consecuencia los impactos derivados de la destrucción de la selva en la región, no son sólo ambientales, sino también económicos, sociales y culturales.  
Los gobierno  debe desarrollar políticas que promuevan e incentiven la agricultura ecológica, ya que de lo contrario se pone en riesgo la biodiversidad y recursos como el agua y la tierra que son vitales para la producción de alimentos, estableciendo las medidas precautorias necesarias para evitar que sigan afectándose de manera irreversible las selvas y recursos hídricos de la región.


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