Desforestación en la península de Yucatán, conduce a crisis acuífera.
*Los daños ambientales incluyen afectación de los recursos
hídricos de la región y amenazas a especies protegidas como el jaguar,
cocodrilos y venados.
Chetumal, Quintana Roo, 26 de mayo.- El cambio climático implacable
en la península de Yucatán producto de la gran desforestación que está
concluyendo con un proceso de desertificación que abraza los Estados de
Campeche, Yucatán y Quintana Roo, de los cuales ha desaparecido en los últimos 15
años un promedio del 55 por ciento de las selvas y por ende el adelgazamiento
de los mantos acuíferos.
Los daños ambientales incluyen afectación de los recursos
hídricos de la región y amenazas a especies protegidas como el jaguar,
cocodrilos y venados.
Según estudios en los últimos años han sido deforestadas en
la Península de Yucatán alrededor de 80.000 hectáreas anuales. Asimismo, desde
hace más de 10 años, las áreas forestales se han visto afectadas por una grave
situación de deforestación. Entre los años 2000 y 2008, se perdieron casi
22,300 hectáreas. Para el 2013, desaparecieron más de 38 mil hectáreas de
cobertura forestal en el estado de Campeche (la mayor pérdida en el país).
La deforestación, que en sí misma ya representa un impacto
ambiental de proporciones mayúsculas, se ve acompañada de otras prácticas
ligadas a la agroindustria, como la utilización de un gran número de
agroquímicos, y la apertura de pozos (tanto de extracción de agua, como de
absorción) a pesar de que toda la
península de Yucatán es una zona vedada para esta práctica por el riesgo que
existe de contaminación de las aguas subterráneas por su tipo de suelo.
En relación con lo anterior, hay una grave afectación a los
recursos hídricos de la región. La apertura de áreas agrícolas implica no sólo
la destrucción de la selva, sino que también se realizan prácticas de
nivelación del terreno que incluyen rellenar cuerpos de agua (conocidos como aguadas)
y drenar zonas inundables a partir de la perforación de pozos de absorción.
Esto afecta enormemente el flujo de agua superficial en el territorio y afecta
la disponibilidad de agua para la fauna silvestre.
La desaparición de selva y sus recursos hídricos en la
región también pone en riesgo la vida silvestre de especies protegidas como el
jaguar, el cocodrilo y el venado. Se está perdiendo la gran diversidad
biológica en la selva más importante del país. La deforestación y la afectación
de los recursos naturales de la región impacta además, social, cultural y
económicamente a los habitantes mayas de la región.
En consecuencia los impactos derivados de la destrucción de
la selva en la región, no son sólo ambientales, sino también económicos,
sociales y culturales.
Los gobierno debe
desarrollar políticas que promuevan e incentiven la agricultura ecológica, ya
que de lo contrario se pone en riesgo la biodiversidad y recursos como el agua
y la tierra que son vitales para la producción de alimentos, estableciendo las
medidas precautorias necesarias para evitar que sigan afectándose de manera
irreversible las selvas y recursos hídricos de la región.
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