viernes, 25 de agosto de 2017

El español florece en Estados Unidos a pesar de todo

ALBUQUERQUE, Nuevo México — Si entras en El Super, un supermercado en expansión en el mismo valle donde buscadores de fortuna a caballo reclamaron las tierras hace casi cuatro siglos de una de las posesiones más remotas de España, verás que el idioma que trajeron con ellos todavía perdura.
El reguetón, el género musical nacido en Puerto Rico, resuena en los altoparlantes. Los compradores, con acentos del norte de México, negocian las ofertas. Hay letreros en español que indican los departamentos de la tienda, como carnicería, panadería, salchichonería y tortillería; así, para quienes hablan el idioma de Miguel de Cervantes, encontrar los artículos es muy sencillo.
“Todo lo que necesito está en español”, dijo Vanessa Quezada, de 23 años, una inmigrante del estado mexicano de Chihuahua, haciendo gestos hacia la sucursal del First Convenience Bank, donde los cajeros saludan a la gente con una sonrisa y la frase “Buenas tardes”.

En efecto, Estados Unidos emerge como un amplio laboratorio que exhibe la extraordinaria resistencia del español, sin importar el clima político.
Con base en una enorme masa de hablantes nativos, Estados Unidos ahora tiene, según algunos cálculos, más de 50 millones de hispanohablantes; es decir, existen más personas que hablan español en Estados Unidos que en España. En una superpotencia donde se habla el inglés, la cadena de televisión en español Univisión pelea con ABC, CBS, FOX y NBC por conseguir los más altos niveles de audiencia. ¿La canción compuesta en Estados Unidos más exitosa del mundo durante el verano? “Despacito“.
Al mismo tiempo, más de 20 estados han promulgado leyes para hacer que el inglés sea el idioma oficial, el presidente Trump ganó la elección con una plataforma que incluía la promesa de construir un muro fronterizo y su propuesta para fijar nuevos límites en la migración legal requeriría que los solicitantes hablen inglés para obtener su residencia legal.
Juan Rodríguez, de 44 años, un inmigrante colombiano que es propietario de La Reina, una estación de radio en español en Des Moines, Iowa, dijo que “son días de muchísima incertidumbre” para algunos hispanohablantes, especialmente inmigrantes que no tienen papeles que tratan de ser vistos y escuchados con menos frecuencia ahora que el presidente ha convertido a la deportación en una prioridad.
“Pero ese miedo no nos impide de vivir nuestras vidas en español”, agregó Rodríguez. “Iowa puede ser estado de English-only, pero es nuestro estado también”.

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