En México no sólo la migración y la carencia de una
educación bilingüe han puesto en riesgo la existencia de las lenguas maternas,
sino también la violencia generada por la delincuencia organizada, al
establecer un segundo cerco de aislamiento y vulnerabilidad, advirtieron
especialistas.
Además, en México, pese a reconocerse como una nación
pluricultural y plurilingüe, aún no sabemos con certeza cuántas lenguas se
hablan, señaló Regina Martínez Casas, investigadora del Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas).
Al participar en la mesa La diversidad lingüística de México
y su relevancia para la educación y la evaluación, destacó que por primera vez
la población de menores de 20 años hablante de una lengua indígena es mayor que
la de jóvenes que también dominan un idioma nativo.
No sabemos dónde están. No aparecen en la escuela ni en los
censos. No sabemos si migraron, dejaron de hablar la lengua o fueron víctimas
de la violencia, pero creemos que en realidad los afectan estos tres factores,
advirtió.
Destacó que la labor de investigación y recuperación de las
lenguas originarias también se ha visto afectada por las condiciones de
inseguridad que afectan diversas regiones del país, entre ellas Veracruz,
donde, secuestraron a tres especialistas. Agregó que en muchas zonas del
territorio nacional dónde se están extinguiendo las lenguas indígenas, también
son zonas controladas por el crimen organizado.
Los hablantes de lenguas indígenas, explicó, están en una
condición de mayor vulnerabilidad a la que han enfrentado históricamente sus
pueblos, porque ya no sólo es el tema de la desigualdad, la pobreza, la falta
de oportunidades; ahora se suma la defensa de su vida y la de sus familias.
En el encuentro, convocado por el Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación (INEE) como parte de la conmemoración del Día
Internacional de la Lengua Materna, que se celebra el 21 de febrero, Sylvia
Schmelkes, consejera del organismo, reconoció que una valoración “externa –al
entorno cultural– no puede evaluar el avance de los alumnos indígenas, quienes
no por tener los resultados más bajos en las pruebas podemos decir que están
reprobados, cuando en realidad no podemos saber qué tanto saben de lengua y
matemáticas, porque no se les pregunta en su lengua”.
Tras reconocer que el nuevo modelo educativo, que se
implementará a partir de agosto próximo, no prevé un esquema de recuperación de
las lenguas maternas para los niños que ya no las hablen, indicó que deben ser
los pueblos indígenas los que evalúen el aprendizaje de los alumnos en las
lenguas maternas, de acuerdo con los parámetros que se vayan estandarizando y
los criterios que ellos definan.
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