Cada vez produce menos crudo e importa más combustibles,
denuncian en mitin
La peor crisis en la historia de Pemex afecta a trabajadores
y a la población
En el Hemiciclo a Juárez integrantes de distintas
organizaciones sindicales protestaron contra la reforma energética y los
irracionales aumentos a los combustibles, a propósito del aniversario de la
expropiación petrolera.
A cuatro años de la aplicación de la reforma energética,
Pemex está sumergido en la peor crisis de su historia, con la menor producción
de crudo, la mayor importación de gasolinas y los precios más altos de estos
energéticos, gas y diesel, lo que ha generado carestía (un flagelo más para la
población) por los irracionales precios de estos insumos y ha afectado las
condiciones laborales de petroleros, quienes sufren despidos masivos y la
pérdida de su contrato colectivo.
Tal panorama fue descrito por dirigentes de la Unión
Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP) y el Sindicato de
Trabajadores del Instituto Nacional del Petróleo (IMP), en el mitin que
realizaron ayer en el Hemiciclo a Juárez con motivo del 80 aniversario de la
expropiación petrolera.
La UNTyPP, que dirige Pablo López, señaló que con las
licitaciones de los bienes petroleros del país, llamadas rondas, se han
entregado a la fecha 88 bloques de unidades productivas a empresas privadas y
están en proceso de entrega de los ductos mediante un mecanismo denominado
temporada abierta.
Esto ha provocado, entre otras cosas, la baja producción de
crudos y gasolinas, y como además no se ha dado mantenimiento a las refinerías,
este sistema trabaja por debajo de 40 por ciento y se han elevado las
importaciones de los energéticos, por los que los mexicanos pagan ahora precios
irracionales.
Pero la reforma energética no sólo ha atentado contra la
soberanía nacional y puesto en riesgo el futuro del país, sino ha afectado los
derechos de los trabajadores, pues su contrato colectivo de trabajo se ha
achicado, los petroleros han sufrido despidos masivos, reducción de personal y
eliminación de prestaciones.
En el mitin, en el que hubo música y una obra de teatro, la
UNTyPP, en voz de varios dirigentes, presentó una propuesta para detener la
privatización, revertir la transferencia de la renta petrolera al sector
privado, combatir legalmente los contratos firmados al amparo de esta reforma,
reconvertir Pemex en una empresa integrada, frenar el robo de combustibles e
impulsar las refinerías.
En cuestión laboral la UNTyPP demandó detener las
jubilaciones forzadas de trabajadores y legalizar su contrato colectivo.
Propuso además reactivar la producción en los complejos petroquímicos y
recuperar la propiedad nacional de los mismos.
En nombre del sindicato de trabajadores del IMP, Francisco
de Jesús Arroyo Carrillo dio a conocer un pronunciamiento en el que denunció
que hay un deliberado desmantelamiento de las pocas instancias públicas
dedicadas a la investigación científica y tecnológica, entre ellas el propio
instituto.
Resulta absurdo que el propio gobierno mexicano no saque
provecho de la experiencia y capacidad del IMP para mejorar el sector, lograr
la recuperación y rendimiento de los hidrocarburos y utilizar todo ello en
beneficio del país y los mexicanos, dijo.
Arroyo Carrillo –despedido injustificadamente– planteó que
urge construir una política energética y de desarrollo científico y tecnológico
nacionales, ya que desde el gobierno se han impuesto ordenamientos destinados a
mantener la dependencia económica del país y condenar a éste a ser importador
de tecnología, mientras a los trabajadores del sector se les mantiene con bajos
salarios y atados por la ausencia de una verdadera democracia sindical.
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