Brasilia. El Foro Mundial del Agua 2018 fue inaugurado en la capital de Brasil para debatir sobre la crisis global ante la escasez crítica de este recurso natural en el planeta.
La octava edición del Foro Mundial del Agua, organizada por el Consejo Mundial del Agua, tiene como sede Brasilia. Del 18 al 23 de marzo un aproximado de 40 mil personas escucharán las discusiones sobre las políticas hídricas y la situación de desabastecimiento en distintos lugares del mundo.
Durante la ceremonia, el presidente brasileño Michel Temer habló sobre los desafíos a los que se enfrentarán los jefes de Estado, científicos y ambientalistas. "Son más de 2 mil millones las que sufren por la falta de saneamiento y cerca de 260 millones caminan más de media hora para conseguir agua. Simplemente, no tenemos tiempo que perder", señaló.
Con el cambio climático y la creciente presión demográfica, los especialistas alertan sobre las secuelas del consumo desaprensivo, la sobrexplotación de recursos naturales y la contaminación de ríos. "El consenso es este: la vida en la Tierra estará amenazada si no respetamos los límites de la naturaleza", resumió Temer.
Benedito Braga, presidente del Consejo Mundial del Agua, planteó que no habrá soluciones viables sin voluntad política y cooperación entre los países. "Cerca de 97% de los recursos disponibles de agua en el mundo están en acuíferos transfronterizos. La gestión eficiente de las aguas compartidas es uno de los marcos de la seguridad hídrica", señaló.
"Precisamos de más voluntad política. Los gobiernos necesitan colocar al agua en el centro de sus estrategias de desarrollo", agregó.
Poco antes del inicio del foro, la ONU publicó su reporte anual enfocado en una propuesta para aumentar las infraestructuras "verdes", inspiradas en la naturaleza, como alternativa a los diques o las estaciones de depuración.
El reporte usó de ejemplo la política de la ciudad de Nueva York para proteger sus tres cuencas hidrográficas. Desde hace dos décadas, la ciudad de 8 mil 5 millones de habitantes preserva los bosques y remunera a los agricultores menos contaminantes.
El resultado es que Nueva York "recibe las aguas menos contaminadas de Estados Unidos", según Richard Connor, redactor jefe del informe anual de la ONU sobre el tema. Este proceso ahorró 300 millones de dólares por año en su tratamiento.
Egipto tiene un proyecto piloto en los humedales de Bilbeis, a 55 kilómetros de El Cairo, que ha permitido tratar aguas residuales y regar los eucaliptus con un costo menor al de las soluciones tradicionales.
Estas soluciones "verdes" se pueden aplicar a la agricultura pero también a "las ciudades en crecimiento", especialmente en países en desarrollo, aseguró Connor. "Antes de poner asfalto y cemento por todas partes, uno puede pensarlo dos veces y mantener más zonas verdes".
Recurrir a sistemas naturales o seminaturales además de mejorar la disponibilidad del agua y su calidad, aumenta la producción agrícola.
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