Desigualdad en México, en
niveles récord, advierte reporte de Cepal
La estructura de la propiedad es
una de las variables del repunte de la inequidad social, afirma
México es uno de los países más
desiguales de América Latina en lo que se refiere a la concentración en la
propiedad de los activos físicos y financieros con que cuentan las unidades de
producción, cuya inequidad alcanzó niveles récord en la década pasada, señala
un reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El documento Panorama
social de América Latina 2016, difundido recientemente, señala que dos
tercios de los activos físicos y financieros en México están en manos de 10 por
ciento de las familias del país, y uno por ciento concentran más de un tercio.
El reporte señala que la
estructura de la propiedad es una de las variables fundamentales en el
crecimiento de la desigualdad social, pues su concentración influye en la
exclusión y la distribución inequitativa del poder político y económico, al
dejar para unos pocos el espacio de las decisiones que afectan a la mayoría y
limitando el ejercicio de derechos y el desarrollo de capacidades de todos.
En el caso de México señala que
entre 2003 y 2014, la economía creció a ritmo promedio anual de 2.6 por ciento,
mientras que la riqueza lo hizo en promedio real anual (es decir eliminando el
efecto inflacionario) de 7.9 por ciento en el mismo periodo, lo que significa
que la riqueza en México se duplicó en dicha década.
Sin embargo, destacó que en el
país hay una fuerte concentración en la propiedad de los activos físicos
con que cuentan las unidades de producción registradas en los censos
económicos, pues 10 por ciento de las empresas concentran 93 por ciento de
éstos, en tanto que el 90 por ciento restante dispone de muy pocos bienes de
capital.
Por ello, señala que el
coeficiente de Gini (indicador que toma valores entre cero y uno, donde cero
representa la ausencia de desigualdad y uno la desigualdad máxima) alcanzó la
cifra récord de 0.93 por ciento en lo que se refiere a la concentración de los
activos físicos en 2014, de acuerdo con datos del organismo de Naciones Unidas.
El análisis de la Cepal detalla
que en 2015, el gobierno mexicano administraba 23 por ciento de los activos;
las empresas privadas, 19 por ciento; las empresas públicas autónomas, 9 por
ciento, y las instituciones financieras, 5 por ciento.
Al mismo tiempo, 7 por ciento de
los activos financieros estaban en posesión de extranjeros, mientras que las
familias concentraban la mayor proporción, 37 por ciento, equivalente a 28
billones de pesos mexicanos.
Lamentablemente, la repartición de
estos 28 billones de pesos es muy desigual, indica el reporte. Agrega que el
coeficiente de Gini de la distribución de los activos totales (físicos y
financieros) de las familias es de 0.79.
En lo referente a los activos
financieros en el país (aquellos documentos que otorgan a su propietario el
derecho a obtener una ganancia futura de parte de quien emitió el título en
cuestión) señala que la repartición es aún más desigual, pues 80 por ciento es
propiedad del 10 por ciento más rico de la población.
“Si todos los países de la región
están comprometidos con el cumplimiento de la Agenda 2030 para el
desarrollo sostenible, es fundamental avanzar no sólo en la superación de
la pobreza, sino también de la extrema concentración de la riqueza”, enfatizó
la directora de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Laís Abramo,
durante una entrevista en el noveno capítulo del programa Horizontes Cepal, que
produce el organismo.
La funcionaria señaló que según
los datos disponibles la concentración de los activos; es decir, de la
propiedad, tanto financiera como no financiera, es mucho más severa y mucho más
permanente que la concentración de los ingresos corrientes de las personas.
El análisis de la Comisión asegura
que la desigualdad tiene un carácter fundamentalmente relacional y es un
fenómeno indisoluble de las relaciones de poder a nivel individual y colectivo,
por lo que un enfoque multidimensional de la igualdad implica analizar sus
aspectos económicos, sociales, políticos y culturales, así como tomar en
consideración sus diferentes ejes estructurales que definen las relaciones
sociales, políticas y económicas de las sociedades latinoamericanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario