Jueves 15 de junio de 2017. Al cerrar la puerta de la casa, Mauricio López y Badía Bonilla se despidieron del hogar con la gravedad de quien no sabe si va a volver. Una ceremonia del adiós para aligerar la carga de culpa si alguno de los dos no regresaba. Después de toda una vida en pareja, la única promesa que no podían hacer esa tarde era la de regresar juntos.
El sábado 10 de junio, enfilaron rumbo al aeropuerto de Ciudad de México para emprender un viaje de tres meses a la cordillera de Karakórum, entre Pakistán, India y China, la mayor concentración de montañas con cumbres superiores a 8 mil metros de altura, y la zona con más hielo después de las regiones polares. Esa configuración de picos y aristas, alberga el K2, una de las montañas más peligrosas por su complejidad para escalar y por su inestabilidad climática.
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